Publicado en: Alma española (Madrid). 31/1/1904, n.º 13, página 9
Señor Director de ALMA ESPAÑOLA.
—Oye tú, Joseito, ¿Quién es ese gachó que está pintao en ese periódico?
—Pos ese gachó me parece á mí que es Arturo Reyes.
—Y ¿quién es ese caballero?
—Pus ese caballero es uno que escribe.
—Y ¿qué es lo que escribe?
—Pus escribe cuentos, y.. romances, y... novelas, y... cartas á la familia, y tó cuanto escribe es platicando de nosotros, de cómo hablamos nosotros, de cómo vestimos nosotros, de cómo queremos nosotros, de lo que chanelamos nosotros, de cómo peleamos nosotros, de cómo.....
—Chavó, toma resuello, hijo mío, que se te va á rematar la cuerda...
—Pus ¿pa qué preguntas entonces?
—Hombre, por curiosidá; pero pa que me contestes como Dios manda y no como si fueras un pito de carretilla.
—Vaya, güeno, hombre, pregunta lo que quieras; ¿qué más quieres saber?
—¿Qué es lo que ese gachó ha escrito?
—Pos yo no recuerdo bien; pero me parece que ha escrito Cosas de mi tierra, Desde el surco, Cartucherita, El lagar de la Viñuela, Cuentos andaluces, La goletera, Del Bulto a la Coracha y otros libros que yo no recuerdo ahora.
—¿Y ese gachó es de Málaga?
—Vaya, malagueño desde la raíz á la pámpana; nacío en el Perchel, criao en el Perchel, educao en el...
—Basta hombre, basta, y... oye tú; ¿ese gachó?...
—Camará contigo, y qué mó de preguntar; ¡pues ni que yo le hubiera amamantao!
—Pos ni que te hubieras tú desayunao hoy con arcasiles; ¡vaya un mó de contestarle á un amigo! ¡Pos ni que yo te hubiera mentao la madre!
—Yate guardarás tu de mentármela, que no quieres tú tener que malbaratar tu jacienda pa emplearla en árnica y en argodón fenicao!
—¡Eso no se sabe!
—¡Vaya si se sabe!
—¡No se sabe!
—Sí se sabe, y pudiera darme la pica, y...
—Que no se sabe te digo.
Y yo, querido compañero, que estaba escuchando sin ser visto el animado diálogo, al ver prontos á darse un acosón á aquellos dos ternes de mi tierra, metí el cuerpo, no sin adoptar las debidas precauciones y no sin echar el resto, conseguí que se separaran sin desperfecto alguno Joseíto el Virutero y Antoñico el Espolones.
Y hoy, al recibir su carta, le narro á usted aquella escena por si su relato pudiera llenar el objeto que usted se propuso al dispensarme el honor de pedirme algunos datos biográficos para su ALMA ESPAÑOLA, por lo cual le queda profundamente reconocido su admirador,
ARTURO REYES.
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