martes, 29 de enero de 2013

Reseña de Las de Pinto




«Las de Pinto», de Arturo Reyes, es una novela andaluza, no de costumbres populares, sino de la pequeña burguesía. Encierra un conflicto sencillo y un tanto artificial. Si los personajes de comedias y novelas se explicaran á tiempo se ahorrarían muchos sinsabores; pero buen golpe de novelas y piezas de teatro morirían en flor, lo cual no conviene á los autores. Francisco, un dependiente de comercio, está enamorado en secreto de Teresita, la hija de la dueña de una tienda de comestibles, detrás de cuyo mostrador se agitan los amorosos pensamientos de aquel enamorado, tímido y huraño. Como el mancebo no confía á la muchacha su atrevido pensamiento, ella admite los obsequios de otro novio, que no peca por timidez, sino por cálculo. Al cabo Teresita y su madre, que son demasiadamente gastadoras, se arruinan, á lo cual contribuye Francisco poniéndoles otro almacén de ultramarinos enfrente, porque este escarceo amatorio se desenvuelve entre sacos de garbanzos y piezas de bacalao; el novio interesado se eclipsa, Francisco y Teresa se convencen de que han nacido el uno para el otro, y acaba la novela en himeneo, que no se hubiera retrasado tanto á no ser por la cortedad de genio de Francisco, que es el resorte interior de la novela.

Tiene ésta el ambiente alegre y luminoso de los escritos de Arturo Reyes, una gracia exterior, que no se mete  en profundidades, y nos deleita sin hacernos pensar. Es, en suma, un libro de agradable pasatiempo, accesible á toda clase de lectores; una novela sana y bien intencionada, de inventiva fácil, que tiene abiertas de par en par todas las ventanas, de suerte que á primera vista se abarca todo lo que hay dentro de ella.


E. Gómez de Baquero

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