sábado, 22 de diciembre de 2012

Reseña de El lagar de la Viñuela



Hace pocos meses que tuve el gusto de saludar desde esta hoja la aparición de un novelista. Acababa de presentarse en el mundo de las letras Arturo Reyes, ofreciendo al público su primer relato novelesco: Cartucherita. Acogieron el público y la crítica con igual aplauso al joven escritor malagueño, cuyo nombre traspuso en un punto la línea que separa al escritor poco conocido del autor célebre.

Había en aquella breve y encantadora novela mucho que admirar, pero el lector avisado supo desde luego que no era sino anuncio de mayores empeños y de glorias más grandes. Y no se equivocó el vaticinio, porque las dotes de agudo observador que descubrió desde el comienzo Arturo Reyes, el secreto prodigioso de hacer hablar en su propio estilo al personaje, la adivinación de la frase pintoresca, el arte descriptivo y la narración fácil en que mostró ser maestro el autor de Cartucherita, solo pedían un escenario mayor para que la promesa del novelista se convirtiera en una novela de superior mérito.

Ahí tenéis El lagar de la Viñuela. Hoy se ha publicado. Acabo de leer sus páginas fascinadoras, y nunca como en este momento deploro no tener la autoridad del critico, ni la ciencia del análisis literario para que me fuera dable transmitir las impresiones que la lectura me ha producido.

Ante todo, Reyes no se parece á nadie. Ha nacido con vida propia, librándose de aquel período inicial de la infancia en que otros hemos vivido sujetos á la imitación de los maestros. Sin duda por ser éste un escritor espontáneo, que ha venido á las letras, no por la influencia del libro leído, sino por la sugestión de la realidad observada, sus páginas, sin aliño alguno, no recuerdan á este ó al otro novelista de fama. Ni siquiera parecen escritas por un narrador «profesional», sino que a veces se duda de si aquellos diálogos y aquellas escenas no han sido copiadas por una novísima taquigrafía que alcanzara á la frase y al gesto, y redujera en sus garabatos veloces el aliento misterioso de la vida.

La realidad, esa es la gran maestra de Arturo Reyes. Las condiciones de su vida no le han permitido leer todo lo que suelen los escritores que la dan de cultos. El desgaire gramatical de algún párrafo lo acredita. Una suprema adivinación de las cosas bellas le permite contornear con delicadísima intuición de poeta y alarde retórico descripciones gallardas, pero siempre domina y manda en sus páginas como Reina y Señora la verdad de los afectos humanos, y ella ilumina el libro y hace trasparentes sus páginas y arranca del rostro severo de la Crítica el ceño adusto.

Los sucesos que ocurren en El lagar de la Viñuela, más que invención de artista, parecen reproducciones de lo visto y de lo adivinado, sin que lo justo de la copia haga pensar en la horrible exactitud matemática de la fotografía. Más bien trae á las mientes la manera de ver, sentir y expresar lo que han visto y sentido los buenos maestros de la pintura española con toda la nobleza de la poesía y todo el vigor de la naturaleza.

¿Qué es El lagar de la Viñuela?

Un drama de amor que estalla en el hogar pobrísimo de un campesino; duelos de generosidad y pugilatos de abnegación; una mujer que con su belleza y sus afectos mudables, como lo son las estaciones del año, sin ser hembra voluble y caprichosa, es hembra, y desdeña hoy lo que ayer adoró.

¿Cuál es el escenario?

Uno de los más hermosos lugares del mundo: los montes de Málaga.

Si no constara que Dios puso en otro paraje el Paraíso, habría motivos para creer que lo puso donde Reyes su novela. El clima dulce y suave, la vejetación [sic] próvida y lozana, el mar tan cerca que se huele su perfume, y no tan cerca que espanten sus bramidos, el cielo claro, sin ardores que tuesten y sin nieblas que entristezcan, las flores tan aromosas como en tierra de secano y tan abundantes como en la zona de las lluvias. Paraíso he dicho, sí. Paraíso es este que merecería la visita de cuantos hombres desean conocer las bellezas de la tierra, si no hubiera anidado en él la serpiente del caciquismo, que le hace odioso y temible.

¿Personajes de la novela?

¡Imposible enumerarlos si á cada uno de ellos ha de acompañar su silueta! Porque Aturo Reyes, más por inspiración que por cálculo, ha huido de presentar á cada uno de ellos con el detalle de sus señas y con la descripción de sus hábitos, y esta es una de las originalidades intuitivas del libro. Van surgiendo los dos Cantuesos:—el señor Juan y la señora Tomasa;—Agustín, su hijo,— Lola, la hija adoptiva,—el tío Salustiano er de Casariche,—su hijo Bernardo,—Don Salvaorico, el maestro,—Juanillón, el ventero,—Enrique Miranda, el de Almogía, Tenorio montaraz y andariego,—y toda la turbamulta pintoresca y alegre que ya aparece en coro, ya se esfuma y se pierde entre la vagorosa poesía de la narración.

El critico más pintado se quedaría sin saber cómo encerrar en una de sus maravillosas síntesis á cada uno de aquellos personajes. Ellos son como son, sin que sea posible descifrarles al primer envite y sacar en un dos por tres su entraña.

El punto más delicado y difícil de analizar del libro, es cómo Lola la Viñuela, después de amar á Agustín hasta el punto de darle todo lo que una mujer puede dar á un hombre, deja de quererle y hasta le odia, y empieza á querer y acaba por adorar á Bernardo. - Cuidado, que el primero ha salido del término y se ha ido a Cuba y ha peleado y ha conseguido pasar de soldado á capitán, y no por recompensas discutibles; - mientras que el otro sigue arando y podando, rústico como un algarrobo. El primero, que desde el nacer tuvo afición á las cosas finas, habla como un caballero, mientras el otro, naturalmente encerrado en las lindes del Lagar de la Viñuela, ladra á la morisca con todos los alardes de fantasía malagueña que maneja Reyes con arte singular. Sin embargo, el corazón de la Viñuela se entrega todo al honrado bárbaro y desdeña al gentil capitán.

Verdad es que Bernardo, el hijo del tío Salustiano, er de Casariche, es un hombre en toda la extensión de la palabra. Valiente, arrolla á Enrique Miranda y a cuantos miran de mala manera á Lola la Viñuela; trabajador, zurra y fatiga á la tierra del Lagar hasta hacerla parir el bienestar de toda aquella amable familia, en olivas oleosas y en dulces racimos; honrado y noble, no piensa en su personal ganancia, sino que se afana y suda por los demás, sin cálculo ni intención segunda. ¡Tenía que ser el amo!

Un antiguo amor, que ha dejado frutos; el heroísmo de Agustín en la manigua; la superioridad social de éste; el propio espíritu de abnegación le condenaban á ser la víctima, según la lógica vulgar de los sentimientos bajamente vistos por los pesimistas, que sólo conceden á los hombres de buena voluntad la solución lamentable del sacrificio.

Un rayo de la luz divina desciende sobre este cuadro, y Bernardo queda en posesión del bien que ambicionaba: de aquella mujer á quien la pasión turbulenta del soldado hizo perder la pureza.

Fruta mordida por el gusano, él sabrá sanearla; memoria perturbada acaso por el temblor de la vergonzosa aventura, él la llenará de nobles recuerdos.

Con haber dicho tanto, no he logrado decir nada de la novela de Arturo Reyes, de su mérito principal é indiscutible; pero en esto no hay sino fiarlo todo al juicio de quien la leyere.

Los diálogos de El lagar de la Viñuela pueden ser comparados á los mejores de las más celebradas novelas. El chispeo de la imaginación andaluza relumbra en cada página. La exactitud fonográfica del vocabulario lleva al autor á reproducir palabras que más se adivinan que se entienden por los que no hemos nacido y vivido en la tierra malagueña.

Esta propiedad singular de las conversaciones y una suprema y no buscada ternura de los afectos, son las condiciones preeminentes de El Lagar de la Viñuela, y en tal punto no cabe lo que siento en todo lo que no digo.

Venga el crítico á discernir á Arturo Reyes el premio ó la censura. De lo que han de decir los que lean su libro, sin pretensiones doctorales, estoy seguro que no ha de serle adverso.


J. ORTEGA MUNILLA

5 comentarios:

Pepa dijo...

Sabes que descubrí en internet un señor que había hecho un itinerario de "El lagar de la Viñuela" y me comentó que los lugares eran reales así como los personajes. Él había estado estudiando la realidad del libro y me dijo que Arturo conocía perfectamente la zona ya que de lo contrario no habría podido escribir ese libro.

Buen trabajo Susana. Y que el próximo año sea próspero en buenas notas, que os merecéis después de estar haciendo todo ésto.

No sé si os dará tiempo a realizarlo en este curso pero espero que vuestro profe no lo abandone hasta que el trabajo esté finalizado.
Saludos Pepa

JLG dijo...

Pepa, muy interesante lo que nos cuentas sobre El lagar de la Viñuela. Le paso un aviso a Susana para que te conteste.

No te preocupes que el trabajo se realizará por completo, aunque tengan que estar todo el curso dedicadas a él (son siete chicas trabajando a destajo ^_^). Y, si este curso no pudiera ser, lo completaremos el siguiente. Este homenaje se culminará sí o sí.

Muchísimas gracias por tu comentario y felices fiestas.

Pepa dijo...

Comencé a sacar artículos de la BNE pero me era imposible, y ésto es el mejor regalo que me hayan podido hacer. El poder recuperar toda esta información para la que hace falta tener mucho tiempo y personas que colaboren porque si no, se puede eternizar. Espero que paséis felices fiestas y os agradezco todo lo que estáis haciendo por intentar sacar adelante a este autor malagueño.

He aprendido con mi blog que las cosas no son a corto sino a largo plazo, y todo este esfuerzo que estáis realizando se verá algún día recompensado.

Feliz 2013, año en el que espero oír hablar de Arturo Reyes si todas mis expectativas se cumplen.

JLG dijo...

Pepa, todavía nos queda mucho por descubrir: hemos publicado los textos relevantes de siete páginas ¡¡y son sesenta y cuatro en total!!

No tienes nada que agradecernos: para mí, como filólogo, es una tarea interesantísima y para mis alumnas, muy enriquecedora.

Ojalá el 2013 sea de verdad el año de Arturo Reyes.

Gracias por tu comentario y felices fiestas.

Susana Ledesma dijo...

Muchas gracias ^_^ , y no se preocupe este trabajo se terminará sí o sí.

Felices Fiestas.

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