sábado, 19 de enero de 2013

Reseña de La Goletera



Como Narciso Oller y Blasco Ibáñez, como Campión y otros escritores regionales, el poeta malagueño que lleva este nombre en la «república literaria» es un caso más para demostrar de qué  admirable manera, sin revoluciones ni algaradas por  puros procedimientos evolutivos, caminamos a  la descentralización en las letras. La literatura Regional triunfa y se impone; la pobre provincia, siempre desconocida y vejada, hace valer sus derechos y eleva á sus escritores á la cumbre de la fama . Desde la provincia, el escritor triunfa y alcanza honra y provecho. Arturo Reyes lo  demuestra, mejor acaso que otro alguno, porque es el más provinciano de los escritores regionales. 

No le sacarán á él de su Málaga, aunque le emplumen. Allá vive siempre, gozando los encantos de la tierra, inestimables para quien, como Arturo Reyes, es andaluz hasta la médula, observando bizarrías del Perchel y la Goleta, copiándolas en sus libros, sin acordarse para nada de que hay otro mundo y otros cielos más allá de las riberas del Guadalmedina. Y desde Málaga, desde su solar andaluz que el sol acaricia de continuo, ha hecho su reputación en labor sólida y primorosa, y desde allí consolidó su crédito. 

Un libro de versos, no tan bien conocido y elogiado como merece, de inspiración valiente y original, y las novelas do costumbres andaluzas Cartuchterita y El lagar de la Viñuela, notas de color admirables, abrillantadas por  pura luz del cielo malagueño, diéronle nombradía . En el primero, Desde el surco, presentábase  Arturo Reyes como poeta vigoroso, de hondo sentir y  honrado pensamiento; en las segundas, como observador afortunado de las costumbres andaluzas. Cartucherita y El lagar de la Viñuela son dos cuadros palpitantes  de la vida malagueña, con tipos de carne y hueso, que piensan, sienten y hablan, sobre todo, como hablan y sienten aquellos mozos ternes del Perchel y del Muelle; desde Fernán Caballero, nadie transcribió con más fidelidad los diálogos andaluces. En las tres obras resaltaba la personalidad de Arturo Reyes como artista completo, colorista de buena ley, sin retorcimientos de lenguaje ni extravagancias imaginativas, naturalista á ratos, soñador casi siempre. 

Ahora presenta al público el poeta delicado de Adúltera un nuevo libro, digno hermano de sus anteriores obras. Llegó hace poco Arturo Reyes de Málaga, con  un puñado da cuartillas en la maleta, agrupadas en veinticuatro primorosos capítulos; venía á darlas á luz en Madrid, porque Arturo Reyes sólo se acuerda de la capital de España cuando tiene que publicar un libro. Y hace pocos días ha aparecido el volumen, elegantemente editado, con el título La goletera y un retrato de mujer en la cubierta, no tan garrida y tan incitante como aquella brava moza que pinta de mano maestra Arturo Reyes en la persona da Trini, heroína da su novela. 

La goletera es otra novela andaluza, de interesante trama y primoroso diálogo, en la cual da á conocer el autor con gran fidelidad aquel pintoresco barrio de la Goleta, de Málaga, eterno campo en litigio para bravucones de oficio y albergue de las más pulidas mozas andaluzas. Los tipos de esta obra, principalmente los de Trini la Goletera y Paco el de las Campanillas, el tocaor sin rival, bravo sin jactancia, ciego de amores por la Trini, están admirablemente formados y tienen extraordinario vigor. La historia de la pasión en que las dos almas de los protagonistas se consumen sin poder realizar sus ambiciones, constituye una novela conmovedora, dramática en extremo y con páginas tiernísimas. El cuadro total, lleno de luz y de color, da notable relieve, es bellísimo y del más puro sabor andaluz. 

Con La goletera alcanzará Arturo Reyes un nuevo y justo éxito. Espíritus mezquinos censurarán acaso la lucha de los  bravos á navajadas, aunque el autor ni la deprime ni la ensalza, limitándose á copiar la realidad tal como es; pero los críticos de recto é imparcial criterio elogiarán la obra. Y con el sabor de los elogios en la boca y el orgullo legítimo del triunfo, Arturo Reyes volverá da nuevo á Málaga, envuelto en su capa andaluza, á  trabajar otra vez con su nunca decaído entusiasmo de artista sincero, y á preparar la victoria de mañana...


LEON ROCH.

2 comentarios:

Pepa dijo...

He buscado en google a Leon Roch y parece ser que puede ser el seudónimo de Pérez Galdós ya que escribió "la familia de León Roch". No tenía ni idea. Cuánto se aprende con vostr@s!!!. Gracias por ello.

JLG dijo...

Querida Pepa:

Yo también he estado mirando en internet y León Roch es el seudónimo de Francisco Pérez Mateos, periodista de La Época; fue más de veinte años su secretario de redacción. Publicó trabajos históricos de tema madrileño y relacionados con el periodismo. Novelas, cuentos y materiales
folclóricos también llenaron su tiempo.

Nació en Grazalema, Cádiz, en 1872 y murió en Madrid a los 55 años.

Muchísimas gracias por tu comentario.

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